Me dais una opinioncilla?

Bueno esta es una historia que comencé hace mucho tiempo pero que no l he continuado simplemente por vagedad de ideas pero de todas formas me gustaría saber que opinais del prólogo.


PRÓLOGO

En el mundo medieval de Sforia hacía mucho tiempo que no tenían problemas, el más reciente fue la Guerra de los 34 Soles, una temible lucha entre las criaturas del sub-mundo que abrieron una brecha en el sello de Mounftar, creado por los Cinco Caballeros de la Orden de Sforia. Pero una vez que fueron convocados los Caballeros volvieron a cerrar el sello y exterminaron a todas las criaturas que habían conseguido salir del sub-mundo, y una vez cumplida su tarea, volvieron a perderse en los cofines del mundo de Sforia.

Pero la paz no duro mucho…
A los tres años de que los Cinco Caballeros restaurasen el orden de nuevo una maléfica sombra se avecina de nuevo sobre Sforia. Una extraña figura polimórfica aterrorizaba a todos los pueblos de este mundo. Los pocos que la han visto dicen que es negra como la noche, malvada como el mismísimo diablo y despiadada como el peor goblin descuartizador del mundo. Arrasó ciudades como Calumnson, Detroxia y Estradia. Poca gente sobrevivió al ataque de este ser.

Y un día esta sombra apareció en un pequeño pueblo llamado Graglum, un lugar pacífico y tranquilo donde vivía Vator, un muchacho de doce años, deseoso de convertirse en caballero de la Corte del Rey Adalgo, entrenado en las artes de caballero por su padre y su abuelo, que formo parte de la Corte.
Mientras Vator estaba en su casa entrenando con su padre el cielo se nubló y se podía divisar una gran mancha de oscuridad acercándose por la entrada principal de Graglum. Vator se quedó mirando, atónito, como se acercaba la extraña figura negra, cuando un fuerte tirón del brazo que le propinó su padre le sacó de su trance y lo metió en su casa. Su padre le agarró de los dos brazos y le miró a los ojos con una seriedad que nunca había visto en los ojos de su padre que casi le hizo llorar.

-Vator- la voz de su padre le hizo centrarse- hijo mío, quiero que te quedes aquí con tu madre y te escondas con ella.

Vator apenas reaccionó, se limitó a asentir levemente mientras una pequeña lágrima descendía sobre su mejilla.
Tarlio, que es como se llamaba su padre, se apresuró en ponerse su armadura, coger su escudo y desenvainar su espada. No era un equipo muy nuevo, la armadura tenía pequeñas marcas de óxido, el escudo estaba un poco abollado, y la espada estaba mellada, pero conservaba su filo.
Cuando se preparó salió a enfrentarse al extraño monstruo. Se acercó un poco a el y se plantó en frente suyo, a una distancia prudente.

-Tú, extraño ser, ¿que te atrae a nuestras humildes tierras?

Hubo un momento de tensión enorme cuando Tarlio vislumbró una sonrisa maléfica que se empezaba a formar en el ser. Le dejó paralizado hasta que el ser empezó a reír a carcajadas con una voz que no podía proceder de ninguna garganta humana. Una vez cesaron las carcajadas el ser empezó a hablar.

-Yo soy el grandioso y poderoso Axtor, el ser más poderoso de la faz de la tierra. Y tu estúpido mortal, apártate de mi camino para que pueda destruir este penoso pueblo.

-No te lo permitiré- dijo Tarlio con voz firme y severa-.
De nuevo el ser comenzó a reír.

-¿Tú, un enclenque y débil mortal, piensa detenerme a mi, al poderoso Axtor?-Otra estruendosa carcajada salió de su garganta-.

En ese momento el ceño de Tarlio se frunció, apretó el puño y preparado para atacar a la bestia, empezó a moverse para iniciar su ataque, cuando de repente dejó de reír y como si le hubiese leído el pensamiento, Axtor estiró su brazo para detener a Tarlio.
Gracias a sus reflejos, Tarlio fue capaz de anteponer su escudo ante si para protegerse del ataque, pero el golpe que le asistió Axtor tenia semejante fuerza que hizo retroceder a Tarlio unos cuatro metros y al detenerse perdió el equilibrio y calló al suelo de espaldas.

Las carcajadas volvieron a oírse y la voz de Axtor retumbó en su cabeza.

-Insensato, no puedes derrotarme- y sus carcajadas volvieron a surgir.

Tarlio inspeccionó el escudo y se quedó asombrado debido a que el golpe lo había perforado por completo, le protegió solo lo justo para parar el golpe, ya era inservible. Rápidamente reaccionó y lanzo el escudo contra Axtor lo más fuerte que pudo aprovechando mientras se reía. Tuvo suerte, el escudo golpeó justo en la cabeza de Axtor e inmediatamente dejó de reír y cerró sus ojos. Una pequeña sonrisa se formaba en la boca de Tarlio, pensando que con la fuerza que había arrojado su escudo era capaz de noquear a cualquier ser humano.
A Vator también se le formo una sonrisa al ver el golpe que le propinó su padre a Axtror desde el ventanuco del pequeño almacén de su casa.

Tarlio empezó a levantarse cuando de repente una gran garra gigante lo golpeó brutalmente. Tarlio salió disparado e impactó contra una pared. Aturdido, se levantó rápidamente, pero volvió a caerse sobre sus rodillas. El golpe de la garra rasgó su armadura de acero y llegó a penetrar levemente en su cuerpo. Consiguió volverse a poner en pié y cuando alzó la vista de nuevo la garra de Axtor se dirigía hacia el a gran velocidad. Rodó por el suelo y la esquivó por los pelos. Una segunda garra intentaba golpearle y también la esquivó, pero parte de la garra rozó su brazo izquierdo. Sin preocuparse de ello blandió su espada hacia Axtor y salto en el aire para partirle en dos, pero presintió algo nefasto cuando vio que una malévola sonrisa se formaba en la cara de Axtor.

-Maldición- se dijo Tarlio para si mismo-.

Otra garra surgió del pecho de Axtor que atrapó a Tarlio bajo una enorme presión.

-Ni tu ni nadie puede vencer al gran Axtor-y dicho esto la garra ejerció tanta presión que hasta Vator , que observaba el combate desde el ventanuco, pudo oír el ruido de las costillas de su padre rompiéndose-.

Entonces Axtor arrojó el cuerpo de Tarlio hacia su casa con tanta fuerza que rompió la pared de la casa, dejando al descubierto a la madre de Vator, que gritó al ver el cadáver de su esposo entre escombros.
Axtor se percató del grito y en menos tiempo que dura un pestañeo estaba en frente de ella y, sonriendo, estiró su brazo contra su pecho y la atravesó el corazón.

Vator observó esta cruel escena, mientras sus lágrimas caían por su cara, y cogió su pequeña espada de entrenamiento y la apuntó contra Axtor. Este le miró y vio su cara empapada en lágrimas, pero enfadada y con el ceño fruncido. Entonces se rió y dijo:

-Niño, tienes valor para enfrentarte a mí, pero no es suficiente para derrotarme.

Axtor levantó el brazo para dar el golpe de gracia al chico y este se puso en una postura defensiva del estilo de lucha con espada Amaresu básica, que le daba un aspecto de fortaleza muy resistente, a pesar de tu tamaño y edad.
Axtor recapacitó, y comenzó a reír de nuevo.

-Chico, no voy a matarte, no por compasión, sino para que sufras durante el resto de tu miserable vida sin tus padres, y que sufras una agonía que te haga sufrir tanto que se te pudra el corazón y germine en ti la semilla del mal, para que estés a mi lado, formando parte de mi Legión Invencible.
Nada más pronunciar estas palabras, Vator calló desmayado al suelo, entre sudor y lágrimas.


Varias horas después Vator despertó. Quiso pensar que era una pesadilla, pero los cadáveres de sus padres yacían en el suelo de su casa en ruinas confirmaban que había sido real. Se levantó, tambaleándose, para beber un vaso de agua y empezó a cavar dos agujeros en el patio de su casa.
Dos horas tardó en cavar los hoyos. En el de la derecha, enterró a su padre, y sobre su tumba colocó su armadura, su espada y su escudo. En el de la izquierda enterró a su madre y sobre la tumba plantó las únicas flores que había en casa, unas petunias de un peculiar color naranja, descriptible como un rojo fuego suave.

Después de hacer las respectivas lápidas de sus padres con dos sillas rotas se puso su pequeño jubón de cuero, cogió su escudo, que era básicamente una plancha de madera con una lámina de acero, y su espada de entrenamiento. No emitió ningún sonido hasta que se equipó completamente y mirando al sol dijo.

-Axtor, juro a Dios, que por mis padres, te voy a encontrar, no importa en el confín del mundo en que te escondas, ni el tiempo que tarde en encontrarte, pero cuando lo haga te derrotare y te destruiré para librar al mundo de Sforia de tu crueldad. Y si piensas que me voy a unir a ti, puedes pudrirte en el infierno mientras esperas.

Una vez dicho esto, Vator recorrió todo el pueblo en busca de supervivientes, pero solo encontró cadáveres, pero extrañamente secos y esqueléticos. Dedujo que Axtor debió de absorberles la vida. Entre dientes volvió a maldecir a Axtor, y puso camino a casa de su abuelo.
De camino a casa de su abuelo todo era un completo caos. Todo estaba en ruinas, como si un terremoto y un tornado se hubieran juntado en un mismo sitio. Pero Vator se dio cuenta de que los cadáveres de sus amigos y pueblerinos cada vez se consumían más hasta el punto de que desaparecían y se convertían en polvo.

Cuando llegó a casa de su abuelo jadeaba levemente, a causa de que estaba lejos, en una pequeña colina del pueblo. El peso de la espada y del escudo lo acabaron cansando y el jubón de cuero le hizo sudar.
Entró en la casa, pero estaba desierta, se podían oír a los ratones que correteaban por las vigas de madera que soportaban la casa. Con una lágrima cayendo por su mejilla salió de la casa mirando al sol, volvió a jurar dar muerte a Axtor.

Al día después salió a encontrar a Axtor para destruirlo, como juró. Siguió el rastro de la destrucción que provocó, que se abría paso por el bosque. A la medio hora de caminar Vator empezó a oír ruidos extraños, susurros de hojas, pequeños rugidos y ligeras pisadas.
El sonido de un palo rompiéndose detrás suyo le alerto y agarró fuerte su escudo. Justo mientras se daba la vuelta un gran lobo grisáceo le atacó. De un placaje lo derribó y calló al suelo. Se levantó rápidamente, pero dolorido, y desenfundó su pequeña espada. Durante un momento Vator y el lobo caminaron en círculos, mirándose el uno al otro, y el lobo tomó la iniciativa. Se dirigió de nuevo hacia Vator para volver a placarlo pero Vator encaró su escudo y lo empujó hacia delante con todas sus fuerza. El lobo chocó contra él y calló al suelo pero Vator también se calló de culo al suelo. Ambos se levantaron a la vez y de nuevo el lobo arremetió primero. Esta vez empezó a intentar morder a Vator con sus afilados colmillos. Algunos mordiscos solo fueron superficiales pero en el momento que Vator bajó un poco su defensa el lobo mordió el brazo izquierdo del muchacho. Vator gritó con una pequeña voz desgarrada de dolor. Rápidamente Vator golpeó al lobo el los morros con la culata de la espada y el lobo le soltó. Le dejo sangrando del hocico, pero el lobo no le tomó mucha importancia, aunque se enfureció más.
El combate con el lobo se prolongó durante veinte minutos. Cada uno recibió sus respectivas cuchilladas y mordiscos. De nuevo el lobo volvió a placar a Vator y de nuevo el pequeño escudo absorbió la mayoría del impacto, pero volvió a caer al suelo. Aprovechando esto el lobo salto hacia Vator para morder su cuello, pero Vator levantó su espada y se clavó en el pecho del lobo en el aire. El lobo con la espada en el pecho terminó en el suelo con un gemido, que cesó cuando Vator arranco la espada de su cuerpo. Jadeando, sudando, y cojeando, regresó a Graglum para descansar y recuperarse de sus heridas.

Vator comprendió que si ha tenido que pasar por esa calamidad solo para derrotar a un lobo, necesitaba ser muchísimo más fuerte para derrotar Axtor, y decidió permanecer en Graglum para entrenarse y fortalecerse, hasta ser lo suficientemente fuerte para derrotarle. Y entre jadeos y sollozos volvió a maldecir de nuevo a Axtor y regresó a su casa para descansar. Tenía muchas cosas que aprender y mucho tiempo para entrenarse…



***** ***** ***** El poder de la unión

Todavía no la he leído pero, tú no eras el que quería mantener en secreto tu súper-identidad secreta?

Pues no, casi que era al contrario jj, era DSSel que no quiere que se sepan las cosas

Bueno, solo me lo he leído en parte (aunque ya sabes que lo leí hace tiempo) y puedo decirte que los mejor es que mejores un poco la expresión.

Ej: En el mundo medieval de Sforia hacía mucho tiempo que no tenían problemas, el más reciente fue la Guerra de los 34 Soles, una temible lucha entre las criaturas del sub-mundo que abrieron una brecha en el sello de Mounftar, creado por los Cinco Caballeros de la Orden de Sforia. Pero una vez que fueron convocados los Caballeros volvieron a cerrar el sello y exterminaron a todas las criaturas que habían conseguido salir del sub-mundo, y una vez cumplida su tarea, volvieron a perderse en los cofines del mundo de Sforia.

No repitas tanto algunos nexos. Puede parecer una tontería ya que solo esta dos veces. Pero ten en cuenta que, si te fijas, las dos veces están en la misma frase, solo separados por comas.

Ningún lector se aprende de memoria lo que lee palabra a palabra. Debes usar nexos distintos o separar lo máximo los iguales. Aunque lo de poner muchas veces seguidas el mismo nexo a veces se hace a propósito para dar sensación de agobio al lector.

Ya te iré diciendo algún fallito más cuando pueda. Pero no te desanimes, que los de este tipo les tiene todo el mundo.

Si eso ya o se solo que me daba pereza cambiarlo ahora jeje, pero si que mi expresión es un poco pobre, asi que a ver si la mejoro

Bueno, pues a mí me ha gustado. Te falta pulir muchísimo la expresión y la trama está un tanto trillada, pero tienes elementos originales, y encima siendo de lo primero que escribes...

Deberías o remodelar esto o empezar a hacer relatos cortos para ir cogiendo más práctica.

Buuuf...sabes lo que me costó escribir eso? No me merece la pena la relación esfuerzo-tiempo/calidad que me supone hacer eso